La exposición Inmerisión Plantae fue parte de la agenda cultural de Sala MuCAO del 17 de abril al 14 de julio de 2025
Texto curatorial
Las inmersiones de Ilowasky Ganchala son aperturas a los mundos del trabajo y la cotidianidad, de los oficios que forjan las culturas materiales, de las convivencias y afectos que sostienen los intercambios productivos. Constituyen ejercicios de creación basados en lugares con densidad histórica y cultural, en donde resulta primordial el diálogo con las personas que los habitan y que renuevan permanentemente su sentido por medio de diversos usos sociales. Aunque existe un impulso antropológico innegable en este proceso artístico, es una sensibilidad pictórica la que orienta sus incursiones estéticas en estos territorios.
La presente muestra corresponde a la tercera inmersión de Ilowasky, realizada en una hacienda cacaotera. Allí tuvo la oportunidad de residir durante períodos cortos junto a personas que trabajan en las plantaciones y la elaboración de materias primas derivadas del cacao. En esta aproximación surgió una determinada forma de ver el proceso de cultivo, cuidado y explotación agrícola de este fruto en un sitio y un tiempo muy específicos. Las obras se presentan revelan una mirada íntima y receptiva a los significados culturales y la dimensión poética de un entorno que no siempre ha si recorrido o vivenciado por quienes han abordado las problemáticas sociales de la producción cacaotera en el arte local.
Ilowasky se sumerge en la relativa ajenidad que envuelve la producción de cacao para explorar la cotidianidad del trabajo que sostiene este puntal de la economía del país. La potencia de su inmersión reside en la experiencia del encuentro, la atención al detalle en donde se concentran fuerzas de significados culturales, y la apertura al vínculo emocional. Encuentro y apertura que significa dejarse atravesar, al menos por un período limitado tiempo, por circunstancias que surgen en las labores diarias de quienes se encuentran en los sitios que decide explorar, en donde participa desde una comprensión de su propio rol social como trabajador de la cultura.
En el proceso de conformación de un lugar para el arte contemporáneo en Guayaquil, aproximadamente durante las últimas dos décadas, múltiples reflexiones sobre la historia del cacao en el Ecuador aparecieron en obras que pusieron sobre la mesa las fisuras de los relatos históricos de los siglos XIX y XX sobre este proceso social y económico, las contradicciones de la modernización de la actividad agrícola, la representación del cacao en las visualidades de lo nacional, así como en propuestas que encontraron fuentes valiosas en las narraciones situadas de las fluctuantes memorias sociales.
Inmersión Plantae surge en un momento distinto en la historia del arte reciente, y se proyecta desde
un museo dedicado a revisitar esa historia como un lugar de enunciación posible para ingresar al tema con énfasis en el presente. La propuesta se aleja del registro etnográfico, sociológico e histórico para explorar una geografía simbólica-emocional que se exterioriza en la convivencia fugaz y significativa, y en las configuraciones sensibles del mundo material del trabajo.
La complejidad de entablar una relación con personas y circunstancias en este contexto, y esquivar una posible idealización romántica de la actividad obrera, se revela en la predisposición de Ilowasky a abrazar la herencia de la tradición realista en el arte ecuatoriano, sobre todo aquellos movimientos o estilos que constituyen referentes para la figuración contemporánea. Este legado tiene un peso importante en su obra, especialmente en pinturas y dibujos que recurren a los géneros del retrato, el paisaje y el bodegón para representar a personas con quienes se intuyen vínculos, lugares de experiencias compartidas y objetos que conforman una cultura material de la labor agrícola. También aparece en piezas que apelan a la visualidad del boceto por su capacidad de plasmar con inmediatez las ideas e impresiones más fortuitas.
Ana Rosa Valdez
Curador